
La irrupción pandémica: la cuarentena y el psiquismo
- Posted by Yanina Alaniz
- On agosto 19, 2020
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Aldo Shlemenson, uno de mis primeros autores favoritos cuando comencé la carrera de psicología, menciona que tener proyectos constituye un aspecto esencial en la vida. La consecución de logros es un regulador fundamental para la psiquis, regulador de la motivación del estado de ánimo y la autoestima.
Pensemos que el trabajo es un organizador central porque colabora en la construcción identitaria, brinda protección y seguridad social, le da estabilidad a la estructura familiar. Las oportunidades para crecer y progresar por medio del trabajo en condiciones “normales” son altamente estructurantes del psiquismo individual, hacen a la integridad personal y a la salud mental.
Me pregunto, cómo hace una persona hoy para cuidarse su salud física y a su vez proteger su psiquis del impacto de una crisis que irrumpe desde afuera, como lo temido, algo nuevo, incierto, donde el excedente no es cuantitativo sino cualitativo en nuestra psiquis.
Es interesante resaltar los casos de las empresas de entretenimientos, de espectáculos, clubes y gimnasios que tienen sus puertas cerradas desde marzo, lo cual significó un impacto psicológico en sus trabajadores que literalmente quedaron paralizados en su actividad laboral diaria. Toda crisis supone la ruptura de un encuadre, de algo que funcionaba de una manera y esta lógica queda quebrada ante la crisis. La pandemia impactó como una crisis extendida, ha operado como un corte, un stop, en nuestra continuidad de existencia, lo cual inevitablemente tenga implicancias psicológicas.
La crisis hoy demanda entonces un trabajo para los profesionales de salud mental y de RRHH. Deben realizar una laboral más humana en el ámbito de las empresas, que les permita a los colaboradores fortalecer vínculos, sentir que reestablecen y reelaboran una cierta continuidad en la tan llamada nueva normalidad. Este acercamiento de los profesionales de RRHH a través de llamadas y reuniones remotas es bienvenido, sobretodo porque está generando un espacio de escucha, brindando la posibilidad de una continuidad de contacto en términos de enlace con la empresa, que facilita la continuidad psíquica y sostenimiento en este caos.
La seguridad psicológica tiene que ver con la percepción que tienen los empleados de contar con un marco de contención y cuidado, lo cual impulsa al óptimo desempeño de la persona que trabaja en una empresa. Hoy la seguridad psicológica está en riesgo.
En este sentido todo espacio referencial y dispositivo en las empresas que ayude a contener y ofrecer ese cimiento, esa seguridad psíquica que pudo escabullirse en este tsunami pandémico, impactará positivamente en las personas y en los equipos de trabajo, ayudando a los que no pueden elaborar y aceptar lo que sucede.
Estamos frente a un momento histórico, y es necesario no desatender estas vicisitudes psíquicas de nuestros colaboradores.
Lic.Lilia Winter
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